No es para la industria. Es para ti.

Cuando empezamos a diseñar nuestros aditivos, nos hicimos una pregunta simple pero crucial: ¿para quién estamos haciendo todo esto?

Nunca fue pensado para las industrias alimentarias de masa. Aquellas que producen toneladas de producto cada día, que emplean emulsionantes, conservantes, colorantes, humectantes y un número impreciso de aditivos que garantizan estandarización, duración y “performance”, pero al precio de una etiqueta que no cuenta nada. O, peor, cuenta algo que no querrías leer. Esos productos, esos procesos, esa lógica industrial no nos pertenece. No es parte de nuestra visión. Nuestro punto de partida es otro. Son las manos de quien amasa, el aroma que sale del horno, la mirada satisfecha de quien sabe exactamente qué está dando a sus clientes. Y por qué.

Nuestros mix nacen para quienes trabajan con pasión, cada día, en su propio laboratorio o en su cocina. Para quienes eligen con cuidado cada ingrediente. Para quienes quieren ofrecer algo auténtico y personal, sin confiar en fórmulas prefabricadas dictadas por una multinacional. No queremos uniformarte. Queremos darte las herramientas para expresarte. Para hacer mejor lo que ya sabes hacer: crear.

Si trabajas en una bakery, en una pastelería artesanal, si has elegido ofrecer productos sin gluten que tengan dignidad, estructura, identidad – entonces probablemente eres el tipo de persona para quien Angel Mix y Baker Mix fueron pensados. Porque puedes comprar los ingredientes con un ojo atento también al precio. Y esto te permite no solo realizar preparaciones excelentes, sino también hacerlo con un ahorro concreto. Hasta un 50% menos en comparación con el uso de los habituales premixes industriales. Una diferencia enorme, que se refleja directamente en los márgenes de tu negocio, pero también – y quizás sobre todo – en la calidad de lo que ofreces.

Quien usa premixes “industriales” sabe muy bien que ese producto es el mismo que está usando el colega a 5 kilómetros de distancia. Mismo rendimiento, misma textura, mismo sabor. Por eso elegimos estar fuera de esa lógica. No queremos darte una mezcla terminada que te quite el placer de decidir. Queremos darte una base profesional, precisa, eficiente – sobre la que tú puedes construir tu producto. No el nuestro. El tuyo.

Al mismo tiempo, sabemos que también existen personas que cocinan para sí mismas o para su familia. Que se han acercado a la cocina sin gluten por necesidad, pero con entusiasmo. Y que buscan soluciones más simples y rápidas, pero también buenas y saludables. Nuestro enfoque nació precisamente de ahí, de quienes cocinan en casa. De quienes quieren entender, mejorar, explorar. Sin embargo, es justo decirlo: quien compra los ingredientes al detalle, sin la posibilidad de acceder a precios al por mayor, difícilmente obtendrá un verdadero ahorro usando nuestros mix. Aun así habrá una gran ventaja en términos de resultado, facilidad y control sobre la receta. Pero el aspecto económico, para quien hace pequeñas cantidades, será menos relevante. Y está bien así. No todo se mide en euros. También la libertad de saber qué hay dentro de lo que comes es una forma de ganancia.

Finalmente, sí, incluso las grandes industrias podrían usar nuestros mix. Nadie se lo prohíbe. Pero no es ahí donde nos imaginamos. Nuestros productos no fueron diseñados para ser usados en plantas que trabajan con volúmenes enormes, ritmos automatizados y lógicas que privilegian la shelf-life por encima de todo. No ponemos emulsionantes, no usamos antiendurecedores, no añadimos conservantes, colorantes ni humectantes. No es una elección de marketing. Es un principio. Sabemos que esto limita en parte nuestra escalabilidad, pero nos aferramos a nuestra manera de hacer las cosas. Sabemos que la artesanía, cuando es verdadera, también es una responsabilidad.

Por eso nuestros mix son diferentes. No solo por cómo funcionan – y realmente funcionan, como sabes si los has probado – sino por el significado que llevan consigo. No queremos que vendas un muffin. Queremos que vendas tu muffin. No queremos que pongas en vitrina un producto que se encuentra en todas partes. Queremos que puedas decir: esto lo hice yo, con mis manos, mi cabeza y mi idea de sabor.

Aquí es donde está nuestra diferencia. Y aquí es donde esperamos encontrarte. No en un supermercado, no en un almacén. Sino en un laboratorio real, donde se trabaja con pasión. O en la cocina de casa, cuando decides que tu tiempo vale lo suficiente para elegir bien.

Estamos aquí para esto. No para la industria. Para ti.